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viernes, 7 de diciembre de 2012

Una de notas... y otra reseña.

"Ya lo he terminado!! Vaya final más inesperado, en serio, y la lección que da es increíble. Me dio pena que todos volviesen a sus vidas y no terminasen juntitos eso sí :p Probablemente te parezca una tontería pero me recuerda mucho, muchísimo a "Encuentros en la tercera fase" una película que debo decir que me encanta. Todos reciben señales y finalmente se encuentran para tener ese "contacto", me ha gustado mucho y también lo que me ha sorprendido es la labor de documentación que hay detrás del libro, se nota y mucho. Sin duda ha tenido que ser un esfuerzo titanico.Me dio pena la muerte de Aguilera, que al final hasta se le coge cariño y todo. Lo de Mihailo francamente me lo esperaba, por mucho que me atraigan los personajes malos una buena obra debe terminar así, el triunfo del bien sobre el mal, aunque también adoro los malos que pasan a ser buenos, que obviamente y tras la brutal violación (me mató esa escena) sabía que no iba a ser el caso, jajajaja!
Bueno no se que más decir salvo que espero logres muchas ventas, de verdad!
Un abrazo :3"

Ésta agradable nota fue la que encontré en mi correo el otro día. Una lectora -y, por cierto, compañera en esto de escribir- vertía su opinión acerca de La Morada de los Ángeles. Siempre es agradable recibir mensajes como éste; al menos, te animan a continuar trabajando con ilusión, a pesar de los problemas que uno pueda ir encontrando por el camino.
 
Y, cosas de la vida, o de la santa casualidad -o llamadlo como queráis- otro lector -y también escritor- acababa también la lectura de mi novela, dejándome el pertinente mensaje. Pero lo que más me ha gustado de todo esto ha sido la reseña que, al fin, he podido leer. No he podido resistirme, así que la reproduzco -con su permiso- a continuación:
 

La Morada de los Ángeles



Autor: Jordi L. Monedero
Editorial: Kindle
Páginas: 754
ASIN: B008H2JVIU
Formato: Ebook
Bajar en América o en España

Sinópsis: Año 2007; están desapareciendo multitud de niños de edades comprendidas entre los once y los trece años. Anónimos testigos observan a la víctima durante los momentos previos a la desaparición siempre acompañada por otro muchacho. Después, sobreviene el silencio.
La provincia de Valladolid destaca en mucho, con respecto a otros lugares, en número de desapariciones. Motivado por la machacona insistencia con que un periodista vallisoletano esgrime y defiende la tesis de que las desapariciones son obra de las mafias que trafican con órganos humanos, desde el Ministerio del Interior se decide, finalmente, enviar a la ciudad a una inspectora perteneciente al Cuerpo Nacional de Policía. Pero cuando la inspectora llega a Valladolid y da inicio a la investigación, nada es lo que aparenta ser. Aparece el cadáver de una niña; y le siguen otros... sólo que los resultados de las correspondientes necropsias son desconcertantes y, sobre todo, arrojan a la luz un detalle espeluznante: no tienen padres biológicos. ¿Cómo es eso posible?
Entretanto, otro enigmático fenómeno empieza a inquietar a una joven bióloga especializada en botánica: un extenso campo de energía destaca como una inocente y estática mancha de tonalidades azul verdosas; pero la bióloga detecta también otros cambios significativos. Más tarde, tiene constancia de que la extraña zona que ha descubierto no es sino una de entre cientos... repartidas por toda la extensión del planeta. Como colofón, Ramiro Asensio, un sencillo sacerdote aquejado por una grave crisis espiritual se verá implicado en la particular investigación policial mientras Tere, la cuidadora que ha estado a cargo de su padre, se ha enamorado perdidamente de él. Tendrá que tomar duras decisiones cuyas consecuencias arrastrará durante el resto de su vida.
Un mismo y desconcertante hecho analizado desde facetas tan distintas como el periodismo, la religión, la ciencia o la investigación policial. Todos harán su pequeña aportación para tratar de despejar la incógnita que, muy lejos de suponer la solución definitiva al problema, se revela como un aviso de especial trascendencia que coloca a la humanidad en una desagradable encrucijada. Aunque escrita en clave de ficción, La Morada de los Ángeles encierra, como telón de fondo, un serio y acuciante problema que sitúa al ser humano en una delicada tesitura. Es el relato de una historia que, lejos de toda devoción, el atormentado sacerdote se verá en el deber de narrar obligado por determinadas y tormentosas circunstancias.

Lo malo: La Morada de los Ángeles es una opera magna, una película épica más que un serial de Hollywood. El gran problema que posee es justamente su grandilocuencia (754 son un testimonio de la intención del autor). Acostumbrado al género del thriller por parte de autores como Raymond Chandler, Sir Arthur Conan Doyle o Thomas Harris; la investigación que se basa sobre un fenómeno paranormal a veces se extiende de más, ya sea por descripciones, por presencia de situaciones o por la forma en que el autor suscribe la acción. Esto a veces distrae al lector, que debe esforzarse por mantener el hilo y la dinámica de la historia. Justamente hacia el final, cuando se encarrila la investigación al final, se vuelve a la intención clásica de la obra y aterriza como corresponde a este género.

Lo incomodo: Durante la revisión de una de mis historias, mi filóloga hizo una observación sobre mi obra que no había tomado en cuenta, pero que me ha hecho reflexionar desde entonces. Esto es que el narrador debe mantener su objetividad siempre. Aunque es válido como recurso literario, que el narrador describa las virtudes o defectos de los personajes, refiriéndose a ellos en términos peyorativos para el mal le quita objetividad, la cual se ocupa mucho para el género de detectives.
Lo bueno: Jordi L. Monedero usa de manera magistral dos recursos importantes, tan antiguos como la obra escrita, pero en un contexto moderno que le brinda una gran versatilidad a su novela. La primera es el uso de fechas y locaciones geográficas, fenómeno que encontramos en las novelas epistolares. Este recurso literario permite que podamos ver el punto de vista de los diferentes partícipes al mismo tiempo, nos permite conservar el hilo narrativo y marca los tiempos para diferencias los diferentes acontecimientos. La segunda es el cambio de los puntos de vista, donde Ramiro lleva el control sobre la primera persona (es el narrador principal), el resto los observa un narrador omnisciente y confiable (con un criterio muy fuerte). La riqueza y variedad de los personajes secundarios, combinado con una magnífica descripción de la situación, nos permite recorrer el canvas de su obra como si fuese un tapiz, una obra para ser contemplada y admirada.

Mi opinión: La obra que se nos presenta ante nosotros es una manifestación del autor, que por medio de un trabajo documental y un brillante hilo narrativo nos introduce en el quehacer de la ciudad de Valladolid, que se convierte en el epicentro de un fenómeno misterioso que agobia al mundo. No hay mayor temor para un padre que perder a un hijo. En medio de la descomposición social, la presión sobre las figuras de gobierno y el provecho que los medios puedan sacar a este evento; vemos en el fondo un mensaje ecológico, que es difícil de discernir para el ser humano común y corriente. Quienes lo admiten son sujetos de escarnio y burla; pero al final, tal como sucede en la actualidad, el planeta nos pasa las factura y despertamos a esa realidad. Sólo esperemos no hacerlo tarde.

Feliz lectura!
 
Por supuesto, aquí os dejo el enlace a uno de sus blogs, precisamente donde ha publicado esta reseña:
 
 
En fin; espero hacer otra entrada menos tardía que la presente...

jueves, 25 de octubre de 2012

Entrevista en Diari de Terrassa

¡Hola amig@s!

Hace unos días tuve la oportunidad de mantener una entrevista Santi Palos, el responsable de cultura de Diari de Terrassa, el periódico local. Aquí os dejo el artículo aparecido en él, como resultado de nuestra charla.
Espero que os guste, y os invito a dejar vuestras opiniones:

¡Me encantó! ¡Media página! El texto es el siguiente:



Jordi López pone fantasía
a la EdadMedia en sus
“Crònicas de Elan Croser”
 


También ha publicado el thriller “La morada de los ángeles”




Santi Palos


Existe un escritor terrassense que ha decidido profesionalizarse mediante la literatura de género, esto es, que pasa “entre seis y diez horas diarias, durante seis días a la semana” creando mundos de ficción. Responde por Jordi LópezMonedero, y cuenta con dos obras, “LaMorada de los Àngeles” –un thriller– y “Las Crónicas de Elan Croser Libro I” –novela de fantasía épica–, editadas en e-book y que pueden ser adquiridas exclusivamente a través de la librería online Amazon.

Debutó con la anterior, “La Hora Nona o el drama de Sant Jordi”, presentada sin suerte al premioNadal 2002 y que publicó tres años después.




DESAPARICIONES EN VALLADOLID


Apasionado de la lectura desde muy pronto, Jordi LópezMonedero (Terrassa, 1964) asegura que pasó un año y medio elaborando las 760 páginas de“LaMorada de los Ángeles”. Es una historia de intriga ambientada en buena parte en Valladolid. “Allí vivía mi hermana, hace unos años. Pasé una temporada, y me gustó”, explica. “Aunque los personajes son ficticios, todos los datos de referencia están extraidos de la realidad. Buena parte del trabajo consistió precisamente en documentarme. Y como thriller, he buscado que todo estuviera bien ligado, sin dejar zonas en blanco para el lector.”

La historia arranca con la desaparición de numerosos niños entre los 11 y los 13 años, especialmente en la provincia de Valladolid. Una inspectora de policía descubre que ninguno de ellos tiene padres biológicos. Almismo tiempo, una joven bióloga detecta extraños campos de energía en todo el planeta, y Ramiro Asensio, un sencillo sacerdote, se ve implicado en la investigación. Los tres protagonistas intentan resolver el misterio.


ANTES DE LAS NACIONES

En“LasCrónicas de ElanCroser”, ambientada en una EdadMedia con ribetes fantásticos, “y un poco de capa y espada”, Jordi López ha querido“explicar un poco cómose formauna nación. Narra la historia del hijo de un líder guerrero, en una época en que todavía no existen los ejércitos ni las naciones, y las máquinas de guerra comolas catapultas o las ballestas empiezan a desarrollarse”.

La obra, muy centrada en el protagonista, explica le evolución de éste de niño a jefe guerrero, sus primeras misiones como tal, sus prisioneros. Es un mundo literario que incluye la magia, “pero la he querido enfocar a la ciencia. Los personajes interpretan unos hechos como magia según una ciencia que está por desarrollar”. No esconde Jordi López su gusto por J.R.R.Tolkien y su huella en estas “Crónicas”. “Es una maestro de la fantasía, y ‘de El señor de los anillos’ he recibido cierta influencia, como quizá también, a nivel de la trama, de George R. R. Martin y su serie de novelas de fantasía ‘Canción de hielo y fuego’”.

La novela ha sido traducida al francés por Marga Pérez, y editada en este idioma también en e-book del sistema kindle (como “Les Chroniques d’Elan Croser”). López se decidió por la edición electrónica ante la dificultad, como autor novel, de interesar a agentes literarios y editoriales, y afirma su satisfacción, y su sorpresa, del interés y las descargas (ventas) que están registrando las obras en Amazon.





 

 
Libros “La morada de los ángeles” y
“Las Crónicas de Elan Croser Libro 1º”
 

 
Autor Jordi López Monedero


 
Editorial Disponibles en e-book (versión
“kindle”), en la librería Amazon.es


Precio 2,68 y 1,23 euros

sábado, 20 de octubre de 2012

Una lección de perseverancia... y otra de humildad

En una actualidad dominada principalmente por las noticias relacionadas con la economía, los bancos, los deshaucios y la política puede parecer intrascendente la idea de hablar o escribir acerca de libros. Sin embargo, esto me ha hecho reflexionar sobre algunas cuestiones relacionadas con la literatura; especialmente con uno de los aspectos más... desagradecidos de este oficio.
Ayer tuve la oportunidad de charlar durante un par de horas con Samuel Aranda, con el cual estoy labrando una preciosa amistad. Quizá por el nombre no lo conozcáis muchos de vosotros pero, si os digo que es el fotoperiodista freelance que trabaja para el New York Times que ha revolucionado con sus imágenes todos los medios de comunicación a nivel mundial (y, sobre todo, en nuestro país) al reflejar en imágenes la realidad de la situación española ante la crisis, seguro que os sonará. En la columna de la derecha, en "Mis blogs amigos", podéis pinchar el enlace a su página y contemplar su trabajo. A lo que iba; me llamó por la tarde y fuimos a tomar unos cafés. Hablamos largo y tendido de fotografía y literatura.
Sea como fuere, me vio algo desanimado y alicaído y, finalmente, me preguntó al respecto. Y claro, un servidor le contestó, como de costumbre, con el corazón en la mano. Si hay alguien que puede comprender lo que son y suponen los principios en cualquier actividad ése es, sin duda alguna, Samuel. Como siempre, me ofreció valiosísimos consejos que, cuando menos, me están haciendo recapacitar y vuelven a situarme casi en la cúspide de mi ya mermado estado de ánimo.
En cierto modo somos similares. Lo hemos hablado ya en más de una ocasión; hacemos lo que nos gusta, y trabajamos en lo que deseamos trabajar. Él escribe con luz; yo escribo con palabras; ambos hemos hecho de nuestras respectivas ocupaciones nuestra pasión. Y no sólo eso; Marga, mi esposa, también ha encontrado su camino, su verdadera pasión, dedicándose profesionalmente a la traducción. Samuel nos lo dijo: formáis un tándem perfecto.
Llegados a cierto punto de la conversación, le pregunté cómo lo había hecho él; o,más bien, cuánto tiempo había tardado en empezar a "funcionar" de un modo aceptable en lo suyo. Con una sonrisa, y como el que no quiere la cosa, me contestó: doce años.
Por poco me caigo de la silla, además de caer también a plomo en mi estómago el último sorbo de café que acababa de dar. ¡Doce años! Samuel asintió y nos miró fijamente a los ojos a mi esposa y a mí: No abandonéis jamás, nos dijo. "Yo empiezo a ver un poco la luz ahora, desde que hace aproximadamente un año fui galardonado con el World Press Photo 2012 award."  No abandonéis jamás, nos repitió de nuevo. Podéis hacerlo; hacéis bien vuestro trabajo, y eso tiene siempre su recompensa. Siempre.
Continuamos charlando largo y tendido de lo habido y por haber, de lo bueno y lo malo y de lo divino y lo humano; pero mi mente no dejaba de darle vueltas y vueltas al dato: doce años.
Claro está, me dije yo, nuestra experiencia no tiene por qué ser igual en términos de tiempo pero... ¡doce años! Eso pica.
Ya lo he dicho en más de una ocasión; escribir es una carrera de fondo. No gana el más rápido, o el que triunfa como la espuma, sino el más perseverante. El que edifica sus logros sobre la roca.
Pero es duro; muy duro.
¡Doce años!
En fin; gracias a esto hemos aprendido un par de lecciones. Pero quizá la más importante de todas sea que, a pesar de las dificultades, continuamos trabajando en lo que realmente queremos; y eso no tiene precio.
Y, como dijo aquél... ahí queda eso.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Y llegó la primera entrevista...

He de confesar que esto de las entrevistas se me da bastante mal... pero es algo completamente necesario si te dedicas a escribir y tienes que dar a conocer tu obra. Sin embargo, quizá sólo se trate de miedos... miedos absurdos que, fuera de toda racionalidad, atenazan el alma de uno hasta hacerle ver la realidad como algo deforme y grotesco.
Siempre me he sentido incómodo al respecto; siempre ha existido ese atisbo de pensamiento que te hace ver esa ráfaga de preguntas como un auténtico reto personal del que, a lo mejor, puedes salir mal parado. Pero en este caso no ha sido así, os lo puedo asegurar. A lo mejor la Divina Providencia ha querido que me sintiera cómodo ante las cuestiones que se me iban a plantear. Después, uno ve que el león -a veces- no es tan fiero como lo pintan; te lanzas al ruedo y respondes...
Y puedo aseguraros que ha sido una grata experiencia; Irene Angel Agudelo, una periodista que está llevando a cabo un trabajo extraordinario difundiendo y dando a conocer en todas sus facetas a distintos autores y artistas de todos los ámbitos, me lo puso verdaderamente fácil. De ese modo, ¿cómo tener miedo a una entrevista, por primerizo que uno sea en estas lides?
Aquí os dejo el enlace de su página; seguro que encontraréis contenidos de calidad:
 
 
Y ahora, lo dicho; ahí va la entrevista, que reproduzco en su totalidad:
 
 
ENTREVISTA A JL MONEDERO.
FECHA DE RALIZACIÓN: SEPT/6/2012

La tecnología nos brinda la oportunidad de conocer artistas, escritores y poetas del mundo entero sin importar el idioma. Se lee más allá de las fronteras y, se encuentra uno con verdaderas joyas literarias. Está vez el turno es para JL Monedero, autor de Las Crónicas de Elan Croser, La Hora Nona o el drama de Sant Jordi y La Morada de lo...
s Ángeles, la novela que muchos en Terrassa, Barcelona de donde es oriundo, quieren leer, además en otras regiones de España y Francia, donde está creciendo su fama. En La Morada de los Ángeles, el autor hace que el humano se platee frente a la vida; como el mismo lo dice, enfrenta al hombre con su forma de actuar en consonancia con lo que es y lo que cree ser e intenta hacer una retrospección en la misma esencia del hombre, en su propia naturaleza.
Por la expectativa que sus novelas generan y por la perfección en su narrativa, es por eso que presento a Jordi López Monedero, conocido más ampliamente como JL MONEDERO.

M.I.A ¿Cuándo te sentaste a pensar que tenías que ser un escritor profesional?

J.L.M. En realidad no se trató de una decisión como tal, sino más bien de un largo proceso, debidamente pensado y madurado. Siempre me ha gustado escribir; lo necesito. Antes intentaba compaginar esa necesidad con mi trabajo hasta que, en 2008, solicité una excedencia para hacerme cargo de un negocio, junto a mi esposa. Por desgracia, aquello duró muy poco tiempo, pues empezamos nuestra actividad en junio de aquel año, muy pocos meses antes de que esta implacable crisis que aún perdura hiciese mella en nuestro proyecto empresarial. Quizá en el fondo fue bueno, no lo sé. Lo cierto es que tales circunstancias se convirtieron en el detonante definitivo para que yo tomase la decisión. Tenía dos opciones: regresar a mi puesto de trabajo o, sencillamente, dedicarme a lo que en realidad quería hacer, que era escribir. Ganó la segunda. Por supuesto, mi esposa influyó muy positivamente en que yo me decidiera por escribir. Me apoya incondicionalmente y además, como traductora, me ofrece un inestimable complemento para mi obra. Pero las cosas no son así de simples; te puedo asegurar, Irene, que se trata de un proceso muy duro. No siempre resulta sencillo salir adelante, y mucho menos en los comienzos. Tienes que escribir bien, darte a conocer, dar a conocer tu obra, tomar decisiones… no es fácil en absoluto.

M.I.A: Para los que apenas comienzan, ¿les aconsejas dejarlo todo para sentarse ocho horas diarias a escribir?,

J.L.M: Aconsejar acerca de eso es muy complejo… y no me gusta hacerlo. Creo que los que empiezan, si tienen un trabajo, deberían conservarlo hasta tener las cosas muy claras. Si lo que pretenden es hacerse de oro, desde luego escribiendo no lo van a lograr, salvo las pocas excepciones que todos conocemos. Otra cosa muy distinta es que no gocen de un empleo; en ese caso sí recomiendo hacerlo, lo cual implica realizar un ejercicio de paciencia, honestidad, perseverancia y, sobre todo, de no desesperación. Si dedicas seis, ocho, diez o doce horas a la escritura hay que tener las cosas muy claras. Has de hacerlo con mucho entusiasmo y, desde luego, te vas a encontrar muchos días en los que parece que todo el mundo se te viene abajo. En esos casos, yo suelo obligarme a permanecer delante del ordenador; puede parecer una tontería, pero a mí me funciona; te ayuda mucho a desarrollar el sentido de la disciplina.

M.I.A: Qué consejos les daría a los jóvenes escritores.

J.L.M: Sobre todo claridad de ideas y honestidad. Lamentablemente, en este mundillo también hay muchísima competitividad y, como dice Blanca Miosi, tienes que escribir como los dioses. En ocasiones es difícil lograrlo. Siempre he dicho que a escribir se aprende escribiendo; cuando estás inmerso en la preparación de tu libro no te das cuenta de muchas cosas, y mucho menos si eres principiante. Acabas tu obra y te parece la más fantástica de cuantas se han escrito. Incluso después de varias lecturas, en las que no paras de corregir aquí, recortar allí y añadir nuevas ideas, cuando alguien te lee y hace una crítica constructiva de tu relato… a veces te duele. Creo que hay que tener la suficiente humildad como para reconocer los errores y continuar trabajando con mucho tesón. En definitiva, mi consejo es que nunca se den por satisfechos con el resultado; hay que mantener un espíritu abierto y reconocer que, en esto de la literatura, estás continuamente aprendiendo.

M.I.A: Tres secretos para ser un escritor profesional.

J.L.M: Trabajar, trabajar y trabajar…Ahora en serio; lo que a mí me funciona es, en primer lugar, trabajar mucho. Después, repasar, corregir hasta la saciedad y, en tercer lugar, sentir auténtica pasión por lo que estás haciendo.

M.I.A; Cuáles serían tus consejos para escribir bien una novela.

J.L.M: Creo que no basta tan sólo con tener una buena historia; también hay que saber comunicarla adecuadamente y no dar nunca nada por supuesto. El lector recibirá mediante las palabras el mensaje que pretendes transmitirle y, si no le gusta o no eres capaz de “llegarle”, lo va a tener muy claro: quizá jamás se aventure a abrir otro libro con tu nombre, simplemente porque no le gustas. Nunca me cansaré de decir que un escritor se debe, en primera instancia, a sus lectores; y a veces –más de las que nos pensamos- éstos están cansados de tanto refrito. Creo que, además de minimalistas, debemos mostrarnos originales

M.I.A: En que fecha escribiste La Hora Nona o el drama de Sant Jordi. Y cuál es el tema.

J.L.M: Fue mi primera novela, en efecto, y le tengo un cariño especial, a pesar de las carencias que pueda poseer. La publiqué en el año 2005. Tardé en escribirla unos seis años, y no porque fuese un enorme volumen, que no lo es, sino porque tenía que compaginar la escritura con mi trabajo. Reconozco que pasaban meses durante los cuales no escribía ni una sola línea. En cuanto al argumento te diré que es la búsqueda de Sant Jordi por parte de un periodista catalán; Sant Jordi fue un personaje histórico, aunque en realidad existen muy pocos datos al respecto, lo cual me permitió plasmar sobre el papel mi propia visión de los hechos. Siempre me quedaré con la duda de si las cosas pudieron suceder así, porque noté durante el periodo de investigación que todos los datos encajaban casi como en un puzle. Es una sensación muy extraña. No sé… quizá en un futuro me decida a reescribirla y ampliarla, aunque por el momento tengo otros proyectos.

M.I.A: Cuantas novelas has escrito.

J.L.M: Tres hasta ahora. La Hora Nona o el drama de Sant Jordi, La Morada de los Ángeles y Las Crónicas de Elan Croser Vol 1, que también acaba de salir ahora traducida al francés.

M.I.A: De que se trata la morada de los ángeles.

J.L.M: La Morada de los Ángeles es la que considero, hasta ahora, mi ópera prima. La sitúo en el año 2007, y los hechos desencadenantes de la historia vienen representados por la desaparición misteriosa de niños comprendidos entre los 9 y los doce o trece años. Estas desapariciones van incrementándose en número de manera desproporcionada, hasta que el fenómeno es detectado por las autoridades… y otro periodista. Durante el transcurso de la historia el lector se dará cuenta de que el mismo fenómeno se analiza desde campos distintos, como el de la religión, la criminalística, el periodismo o las ciencias biológicas, como puedan ser la genética o la botánica. Aparentemente no tienen nada que ver, y ese es el misterio del libro –que no puedo desvelar por respeto a mis lectores- pero todas esas investigaciones confluyen al final en un solo punto que determina e identifica un problema muy real, no ficticio, que nos afecta a todos: a ti, a mí, a mis lectores… digamos que plasma con mucho acierto –según algunas opiniones- y pone sobre el tapete un problema muy grave que debería preocuparnos a todos mucho más de lo que lo hace. Por supuesto, la trama principal se ve aderezada con el día a día de los protagonistas; sus problemas, sus conflictos, sus vidas…

M.I.A: ¿Qué opinas de los concursos literarios?

J.L.M: A decir verdad éste es un tema bastante delicado; sencillamente, no soy partidario de ellos. Aquí entran varios factores, entre los que se encuentra uno especialmente importante del que ya te he hablado antes: la competitividad. También soy de la opinión –y quiero dejar bien claro que no soy un especialista en la materia, pero es mi modo de pensar- de que en esta clase de certámenes se tienen en cuenta multitud de aspectos que van mucho más allá de lo puramente literario. Cuestiones de prestigio, intereses comerciales y demás. Creo que se han presentado en muchas ocasiones obras que no tenían nada que envidiar a las ganadoras, y que han pasado desapercibidas para los auténticos interesados –que vuelvo a enfatizar son los lectores- debido a otro tipo de valoraciones ajenas a lo literario. Claro está, no deja de ser una simple opinión.

M.I.A: ¿En cuántos concursos has participado?

J.L.M: Como te acabo de comentar, hasta ahora he mantenido la norma de no presentarme a más concursos. Lo hice con mi primera novela presentándola al prestigioso premio Nadal, aunque prácticamente convencido de que no obtendría menciones relevantes. Por supuesto, era mi primera novela y, humildemente, distaba mucho de alcanzar un nivel así. Me presenté más bien por el simple deseo de hacerlo. Sencillamente me apetecía.

M.I.A: ¿Aconsejas a los escritores participar en algunos concursos especiales?

J.L.M: Ese es un tema sobre el que cada cual debe tener su propio criterio. Ni lo aconsejo ni lo dejo de aconsejar; es cierto que ganar o quedar finalista en algún concurso importante puede ser útil para el currículum del propio escritor. Pero también sé positivamente que muchos escritores se lanzan simplemente “a la caza” de estos galardones. ¿Cuestiones económicas? ¿Cuestión de prestigio, como te he dicho? No lo sé. Se podría hablar mucho acerca de este tema sin llegar a obtener unas conclusiones claras.

M.I.A: ¿Volverías a participar en concursos?

J.L.M: No; y mi respuesta no significa que no me lo plantee en un futuro, ni muchísimo menos. Pero en principio no; cuando decidí dedicarme a esto intenté hacerlo de forma independiente. La independencia es algo que valoro mucho, y que para mí es de extrema importancia. Yo decidí saltar al terreno de juego, como suele decirse, sin red. Creo que existen muchos talentos que aún no han sido descubiertos en el mundo de la literatura y que, de no ser por portales como Amazon o simplemente por la iniciativa de la autoedición, jamás serían descubiertos por el gran público. Y para mí está muy claro que únicamente mediante los concursos literarios no se está en condiciones de dar salida a muchos de esos escritores.

M.I.A: Tus novelas, también son adaptables al cine, ¿piensas en eso mientras las escribes?

J.L.M: Bueno… creo que todo escritor que se precie sueña con ver su obra plasmada un día en el celuloide; para qué vamos a engañarnos. Sin embargo, cuando me siento a trabajar delante del ordenador no suelo pensar en eso. Si alguna vez tiene que ser así, me sentiría profundamente orgulloso; sin embargo, no me gustaría que por el hecho de transformar mis palabras en imágenes mis historias perdiesen su esencia. Para mí un ejemplo muy claro de lo que digo lo representa la adaptación al cine de “Chacal”, de Frederick Forsyth, protagonizada por Bruce Willis; me pareció lamentable. No tiene nada que ver con el libro.

M.I.A: ¿Eres profeta en tu tierra?

J.L.M: Creo que nadie es profeta en su tierra; al menos no al principio. Todos estamos hartos de ver a gente que tan sólo empieza a ser apreciada precisamente cuando abandona su tierra. A veces, sólo después de dar ese paso tan doloroso, se empiezan a interesar por ti y por tu trabajo. Es lamentable, pero parece formar parte de un persistente protocolo por el que suele pasar la mayoría de los artistas, sea cual sea el ámbito al que se dediquen.

M.I.A: ¿Eres de los escritores que andan por la calle con la libreta lista para captar como el fotógrafo una imagen que impacte?

J.L.M: Rotundamente sí; siempre intento llevar encima papel y lápiz para apuntar posibles ideas. Puede resultar hasta cómico en ocasiones, pero en la cabecera de mi cama también acostumbra a haber un cuaderno de notas y un bolígrafo, por lo que pueda pasar. Siempre ando dándole vueltas a la cabeza; continuamente. Y ya me ha pasado en más de una ocasión que, después de haber tenido en mente una idea brillante que “apuntaré cuando pueda”, ésta ha quedado irremisiblemente perdida en el olvido.

M.I.A: ¿Tienes algún personaje preferido en tus novelas?

J.L.M: Más que personajes preferidos –que también los hay- siento especial predilección por “situaciones” o “tramas” preferidas. Aunque me apasionan varios géneros literarios, en mis obras jamás ha faltado ese ingrediente… ¿cómo te diría?... ese ingrediente digamos que “sobrenatural”. Cosas que escapan a la lógica cuadriculada de la mente humana o, cuando menos, hacen tambalear poderosamente su estructura. A eso sí soy aficionado; son elementos que –en ocasiones sólo aparentemente- desafían toda comprensión, y pueden ir mucho más allá de nuestro paradigma. Intento conjuntar esta clase de hechos, fenómenos o situaciones con lo cotidiano, haciendo que adquieran una dimensión mucho más humana, a pesar de la dificultad de comprensión que puedan representar para nosotros. Simbolizan a menudo algo así como la pérdida de control de nuestro propio mundo, de nuestras propias vidas y acciones. Me recuerda que continuamos siendo seres mortales y perecederos que no acabamos de entender por completo el mundo que nos rodea.

M.I.A: A que género pertenecen tus novelas.

J.L.M: Mi caso no sé si podría definirse como “atípico”. Por ejemplo, me encantan la Ciencia Ficción, el género policíaco, las aventuras, los viajes… como ves, es una amalgama de inclinaciones que no sé si resulta muy usual. Sin embargo, a la hora de escribir, creo que empiezo a definirme ya en una línea; me encanta el thriller, el suspense, la intriga. Creo que todas mis obras hasta ahora dejan entrever claramente esa tendencia. Podemos decir que como escritor intento experimentar en varios campos pero que, irremisiblemente, me estoy empezando a definir un poco. ¡Lo que no quiere decir que algún día sorprenda a mis lectores con algo de Ciencia Ficción! Creo que soy una especie de “rara avis”, como decimo por aquí.

M.I.A: Que has sentido cuando las editoriales están detrás de tu obra. Y cuantas editoriales están detrás de ti.

J.L.M: Mi trayectoria en este mundillo aún es bastante corta; pero te puedo decir que he tenido más experiencia en el campo de las Agencias Literarias que en el de las editoriales. Por supuesto, he tenido como otros cientos de compañeros de pluma las típicas respuestas de rechazo del tipo “después de analizar detenidamente su obra hemos de decirle que nos parece de una gran calidad, pero lamentablemente no encaja con nuestras actuales perspectivas de publicación”. Pero también he tenido alguna que otra experiencia grata; a fecha de hoy, La Morada de los Ángeles está en espera de la decisión de una importante agencia; puede que la cosa acabe en nada, siempre existe el riesgo. Pero el solo hecho de haber sido seleccionada entre otros cientos de obras y merecer la atención de esa agencia ya ha sido para mí una poderosa señal que me indica que las cosas pueden estar yendo por buen camino.

M.I.A: ¿Cómo recibe el público tu novela?

J.L.M: Ten en cuenta que ha aparecido en Amazon hace tan sólo un par de meses; aún es demasiado pronto para aventurar opiniones al respecto. La literatura es una carrera de fondo y, por tanto, requiere de tiempo. Ahora empiezan a verse algunas ventas, y creo que se trata de tener paciencia y seguir trabajando con ahínco e ilusión. No obstante, he de decirte al respecto que los primeros lectores que empiezan a finalizar su lectura están vertiendo opiniones muy positivas. Por otra parte, también me resulta muy agradable el seguimiento que estoy haciendo acerca de las lecturas de personas que he conocido a través de twitter o facebook, y que hasta ahora están encantadas y súper intrigadísimas. Comentarios como “¡Voy por el capítulo 5 y estoy intrigadísima!”o “¡Esto pinta muy pero que muy bien!”, o “¡Me está encantando! ¡Estoy deseando llegar al fina! Hacen que uno se sienta realmente bien. Creo que está teniendo muy buena aceptación; me siento particularmente orgulloso.

M.I.A: ¿Crees que internet es una buena vitrina para tus novelas?.

J.L.M: Absolutamente; cada día estoy más convencido de la utilidad de internet en mi trabajo. Sin embargo, esto no debe llevarnos a engaño; no basta con acabar tu libro, editarlo y publicarlo a continuación. Existen muchos equívocos al respecto; ahí es cuando empieza una nueva etapa en la vida de tu obra que no siempre es tenida en cuenta. Piensa que tu libro está en el escaparate de la tienda, es cierto… pero está rodeado de miles y miles de otros libros que también aspiran a copar los primeros puestos. No puedes cruzarte de brazos; hay que promocionarlo, y en ese sentido adquieren mucha importancia las redes sociales. También es muy importante mantener un blog; es completamente gratuito, y te da la oportunidad de contactar con otras personas a las que les gusta tu obra. El mío, por ejemplo, es www.hechodetinta.blogspot.com y, aunque está en funcionamiento desde hace unos meses, está demostrando ser un medio fantástico para conocer a otras personas y darte a conocer. Ésa es una ventaja que no te ofrece la publicación en papel. Yo intento responder a todos los comentarios, a todos los correos que recibo; se crea una relación escritor-lector que para mí tiene muchísima importancia. Por supuesto, también me gusta el papel; creo que jamás desaparecerán los libros tradicionales. Guardan ese encanto, ese olor, ese halo de romanticismo que siempre ha rodeado a los libros.

ENTREVISTA PUBLICADA EN MELLARTEM.ES, REVISTA EL SEMANAL LITERARIO, ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE POETAS, ESCRITORES Y ARTÍSTAS; CAFÉ LITERARIO, LIBERTAD LITERARIA; VAMPIRO DE LIBROS, YO TAMBIÉN ESCRIBO PARA SER FELIZ, CON UN LIBRO ENTRE LAS MANOS, TWITTER. LA NOCHE DE ATRÁS, Escritores, ESCRITORES.


jueves, 13 de septiembre de 2012

Elan Croser atraviesa las fronteras... lingüísticas

Si escribir una novela, por ficticia que sea, ya comporta una labor titánica... ¿qué se puede decir de una traducción medianamente buena y que conserve, entre sus líneas, el espíritu original que su autor quiso imprimir al relato? Creo que ese es el caso de Las Crónicas de Elan Croser, Vol 1, que acaba de ser traducido al francés de la mano de Margot PP y ya está disponible en Amazon.

AQUÍ
 
Pero las cosas no han sido fáciles, ni muchísimo menos. Han sido varios meses de trabajo intenso y dedicado, de temores, de miedos a veces infundados a "no llegar". Sin embargo, el resultado está ahí, y me complace muchísimo haceros partícipes de este nuevo éxito.



¡Un abrazo a tod@s!

martes, 4 de septiembre de 2012

Entrevista al poeta

Hoy me he levantado con una agradable sorpresa; una entrevista. La periodista Irene Angel ha entrevistado a Jose Manuel Martínez Garrido; poeta y escritor, Jose Manuel es un compañero de pluma que también está dando mucho de qué hablar en ambientes literarios. Es un honor para mí dejaros el enlace con dicha entrevista. Recomiendo encarecidamente su lectura: descubriréis, con toda seguridad, a alguien entrañable:
 
 
Y es que, amigos mios, el mundo de las letras jamás deja de aportarnos valores de inestimable talante... y talento.
 
Y ahí queda eso...

lunes, 27 de agosto de 2012

Cómo nacen mis libros III - Los personajes


Un personaje es a una historia lo que una persona es al mundo real; me explicaré. Durante el proceso de creación de los personajes que intervienen en mis novelas siempre trato de tener muy presente cómo serían y se desenvolverían en el mundo real. Es un tema muy amplio, y en una entrada de blog no hay espacio suficiente para desarrollarlo con la amplitud que se merece. Sin embargo, siempre intento seguir unas pautas que, supongo, no difieren demasiado de las utilizadas por otros autores.

Distinción entre personajes primarios –o protagonistas- y secundarios: el protagonista –o protagonistas- son aquellos personajes en torno a los cuales se desarrollará la mayor parte de la acción. Ocupan un lugar preeminente o privilegiado en nuestra historia.

Los personajes secundarios, en cambio, pueden aparecer con mayor o menor intensidad o frecuencia. Pero no nos engañemos; pueden llegar a ser en ocasiones tanto o más necesarios que los personajes “estrella”. Tened en cuenta que llevarán a cabo acciones que acabarán influyendo de alguna manera en el modo de proceder de los principales. Que no sean el hilo conductor de nuestra historia no significa que, como personas que son, no puedan llevar a cabo acciones decisivas.

Para hacerlos “especiales”, para que adquieran vida propia, tendremos que dotar a los personajes de innumerables aspectos que, por otra parte, son aceptados o se dan en la vida real casi sin darnos cuenta de ello. Pero no olvidemos que nuestras historias se van a dar a conocer en un medio escrito y que, todo aquello que deseemos destacar, tendremos que indicarlo explícitamente mediante el texto. Así pues, no podemos presuponer que el lector dará por hecho tal o cual característica que nosotros como autores podemos tener muy clara en nuestra mente si no la señalamos en el texto.

Desde la descripción física, las manías, el contexto social y laboral, el contexto familiar, las virtudes, las debilidades del personaje, e incluso los pensamientos y los secretos de éste… todo, absolutamente todo, deberá quedar claramente reflejado en el texto a su debido tiempo. Aparentemente puede parecer una labor titánica… y en realidad lo es. Pero hay métodos que pueden ayudarnos a simplificar mucho estos inconvenientes.

En mi caso, suelo abrir un documento para cada uno de los personajes; tanto principales como secundarios. Un documento de Word, por ejemplo, a modo de “ficha” o “plantilla”. En él reflejo todos estos aspectos, y lo tengo permanentemente disponible –junto al guión, del que ya os he hablado en una entrada anterior- a la hora de trabajar. Y también suelo utilizar fotografías, que me ayudan muchísimo a la hora de hacer las descripciones; de ese modo, por ejemplo, si uno de los personajes tiene una cicatriz en el rostro, siempre que hablo de él la imagen me recordará de forma permanente dicha cicatriz, además de los innumerables detalles que pueblan su rostro y su físico. Es un método que me evita tener que fiarme al cien por cien de mi memoria. ¿De dónde obtener esas fotos? De cualquier lugar, no importa la procedencia. Tened en cuenta que lo que va a salir reflejado en vuestro libro no es una imagen de alguien en concreto, sino una descripción escrita y, por lo tanto, no vamos a atentar contra el derecho a la imagen de nadie.

También tengo en cuenta el modo de hablar que tiene, las expresiones que emplea normalmente, y si su forma de expresarse se corresponde con el rol que se supone desempeña en nuestra historia. Por ejemplo, es posible pero no sería lo corriente que si el protagonista de nuestra historia ha crecido en un ambiente barriobajero se exprese como lo haría un académico de la lengua; es de sentido común. ¿Captáis la idea?

A todo esto se sumarían los numerosos detalles que configuran su identidad como, por ejemplo, su idiosincrasia, su actitud hacia la vida, su temperamento, sus conflictos, su relación con los demás… y todos aquellos aspectos que le conferirán su propia personalidad.

No sucederá lo mismo cuando nos dediquemos, por ejemplo, a la novela histórica. Tendremos que tener en cuenta que los personajes históricos –por muy ficticia que sea nuestra historia- no estarán sujetos a nuestra inventiva, sino que ésta tendrá que ser suplida por un amplísimo trabajo de investigación y, probablemente, la credibilidad de nuestro relato ganará o perderá atractivo en función de esa labor de documentación.

Por el momento, y como ya he dicho, éste no es un estudio exhaustivo ni un método infalible de crear o dar tratamiento a los personajes. Resulta un tema muy extenso que no se puede comprimir en unas pocas líneas. Tan sólo intento aportar algunas ideas que a mí me funcionan…

viernes, 24 de agosto de 2012

Un día muy especial

¡Hola amig@s! Hoy está siendo un día muy especial; no acostumbro a hacer dos entrada en el blog en un mismo día, pero en esta ocasión no he podido resistirme a hacerlo. ¡Y es que acabo de visitar otro fantástico blog en el que se hacen eco de mi ópera prima, La Morada de los Ángeles. En fin, no puedo por menos que agradecer profundamente todo lo que me está sucediendo últimamente. Aquí os dejo el
 
 
Por supuesto, ¡muy agradecido Raveloteca!


Dos entradas geniales

¡Hola a tod@s, lectores empedernidos!

Hoy quiero agradecer a dos compañer@s de pluma dos fantásticas entradas. La primera es ésta:

Pincha AQUÍ para el enlace
 
y pertenece al blog de Sarah Degel, bibliofilayosoy.blogspot.com
 
 
Y la segunda podéis verla en este nuevo ENLACE, perteneciente a otro blog, talismanartgallery.blogspot.es
 
 
¡Muchas gracias a ámbas por vuestros comentarios! Os deseo lo mejor en todo cuanto emprendáis.


miércoles, 22 de agosto de 2012

Cómo nacen mis libros III – La fase de documentación


Continuando con la serie de entradas que versan sobre mi método de trabajo, hoy os hablaré de la fase de documentación e investigación.

Ésta es la etapa que mayor fascinación ejerce sobre mí a la hora de trabajar; y constituye, asimismo, una de las más importantes si pretendemos dar credibilidad a nuestro texto, independientemente del género literario al que nos dediquemos.

Una de las razones por las que abogo y hago tanto hincapié sobre este tema es la necesidad que siento de proporcionar a mis relatos una base de conocimiento inspirada en datos reales. Normalmente mis novelas contienen –casi siempre- ese ingrediente misterioso, ese detalle que escapa a la realidad de lo comprensible que, sin rayar en lo paranormal -¡qué poco me gusta esa palabreja!- proporciona esa dimensión inexplicable que elude magistralmente todos nuestros intentos de comprensión y racionalización de los problemas que planteo en mis historias. De hecho, creo haber encontrado ya, por fin, el género y el estilo en los que me encuentro cómodo a la hora de trabajar.

Sin embargo, y continuando al hilo de lo que decía, creo que es precisamente la constante aportación de datos reales –ya sean de cariz científico, histórico, sociológico, cultural, tecnológico… - los que me ayudan a que la historia, a pesar de ser ficticia, adquiera visos de realidad llegando a confundirse, en ocasiones, con la esencia de lo cotidiano, de ese día a día que tan normal nos parece. Ésa es, precisamente, la técnica que empleé cuando trabajaba en La Morada de los Ángeles, la que empecé a esbozar cuando escribí La Hora Nona o el drama de Sant Jordi y es precisamente la que estoy desarrollando y tratando de cultivar más aún en la actualidad mientras me encuentro enzarzado en plena etapa de documentación de mi próximo proyecto.
Las fuentes: recuerdo que hace unos cuantos años, antes de que naciera Santa Wikipedia Mártir -¡je, je, je… ¡- la visita a bibliotecas y hemerotecas era prácticamente ineludible. Claro está, si uno no deseaba conformarse con la clásica enciclopedia de toda la vida eternamente expuesta en la estantería de casa de sus padres. Pero mucho cuidado con esto; en la actualidad, yo aún continúo trabajando la mayor parte del tiempo en las bibliotecas. Allí encuentro prácticamente todo lo que necesito; libros, revistas de multitud de temáticas, documentales, hemeroteca… y, por supuesto, internet, puesto que aún me encuentro entre los pocos “privilegiados” que no hemos permitido el acceso de estas nuevas tecnologías, tan adictivas en ocasiones, a la intimidad del hogar.

Cuando necesito adquirir conocimientos sobre un tema específico suelo, en primera instancia, acudir a la red. En ella se encuentra prácticamente todo lo que uno pretenda encontrar; sin embargo, la información obtenida de este modo no siempre resulta fiable. Siempre recomiendo la necesidad –sí, necesidad- de contrastar la información obtenida de este modo.

Así, lo que suelo hacer es recopilar información de distintos autores –a poder ser autoridades en la materia- para, acto seguido y tras su detenida lectura, cotejar dicha información. Y… aparecen las sorpresas. ¡Os sorprenderíais al comprobar la falta de consenso que puede existir acerca de un mismo tema! De todo ello, intento quedarme con lo esencial y procedo a hacerme una composición bastante definida de lo que estoy buscando. Y así sucesivamente en todos los casos que se me puedan plantear al trabajar en una obra.
Para temas especializados, no obstante, suelo recurrir a los libros –sí, a los libros de toda la vida-, que son los que mayores garantías continúan ofreciéndome hoy por hoy.
Éste es un método laborioso y muy entretenido pero, por contrapartida, muy interesante si te gusta la investigación. Y desde luego, a mí no sólo me gusta, sino que además me llena.
Por último, reseñar que tampoco está ausente en mis acciones al respecto el trabajo de campo… o sea que me calzo el cuaderno de notas, la grabadora y la cámara de fotos y me voy a hablar con quien haga falta. ¡Los resultados de ésta forma de proceder se revelan, cuando menos, sorprendentes!
En fin; ya conocéis otra faceta más de mi particular proceso de creación literaria. Supongo que, salvo detalles, no difiere demasiado de lo que cualquier otro escritor pueda hacer.
En la próxima entrada continuaré hablando de otro asunto que considero de vital importancia: los personajes. Entretanto, e intentando soportar esta brutal e incompasiva oleada de calor, os dejo con un auténtico regalo que he recibido también hace muy pocos días. Aquí tenéis el enlace:
http://bibliofilayosoy.blogspot.com.es/2012/08/publicacion-de-la-morada-de-los-angeles.html

Un abrazo a todos y… ¡buenos libros!

viernes, 17 de agosto de 2012

La primera reseña

¡Hola a tod@s!

La de hoy es una entrada-relámpago, pero merece la pena. ¡La Morada de los Ángeles ya tiene su primera reseña! Y, para rizar el rizo, ¡es muy buena!

Viene de la pluma de la escritora Cristina Caviedes; aquí os dejo el enlace:

http://caviedescristina.blogspot.com.es/

Os animo a que visitéis el sitio y la leáis. ¡Espero que os guste!

Un abrazo.

lunes, 13 de agosto de 2012

Cómo nacen mis libros II - El “guión”


Vengo utilizando esta técnica prácticamente desde que empecé a escribir, y hasta ahora me está rindiendo resultados muy satisfactorios. Tanto que, sin mi guión, sería incapaz de crear una buena historia.
Pero, ¿qué es en realidad el guión? Olvidad cualquier idea preconcebida.
El guión representa el armazón, el esqueleto, la estructura general de la obra en la que, en principio, aparecen los puntos más importantes del contenido. Supongo que no dista demasiado del concepto que utilizan otros autores. Sería lo que John Locke denomina sus “escenas pivote”, ahora que este autor está tan de moda. Son los pilares básicos sobre los que se mueve todo el entramado de la nueva obra.
En mi caso, el guión es un instrumento que, una vez esbozado, me permite empezar a trabajar siguiendo un orden establecido. Sin embargo, va adquiriendo más tarde y sobre la marcha su propio volumen y consistencia. Jamás olvido que este guión no es en sí mismo un objetivo, sino tan sólo un medio, una herramienta de trabajo que me ayudará a alcanzar el fin, que es la confección de una novela coherente y bien estructurada.
La idea es que, una vez tengo confeccionado mi guión, estoy en condiciones de hacerme una composición general de lo que será la obra; de principio a fin. Éste se convierte en una poderosa herramienta que me acompañará durante meses; se podrán añadir detalles, desechar ideas, ampliar o reducir, dependiendo de mis intereses; o, gracias a un vistazo rápido simplemente me servirá de recordatorio de episodios anteriores una vez avanzada la novela. No importa. Lo verdaderamente importante es que, si lo sigo durante todo el transcurso de la obra, lograré que ésta se desarrolle de modo lógico, compacto, limpio y apenas sin errores; además, evitará que me desvíe significativamente de la línea que he decidido seguir. Por supuesto, esto no descarta en absoluto la posterior e intensa tarea de corrección, que será la que verdaderamente se encargará de no dejar flecos sueltos en nuestra historia.
Otro factor importante de mi guión viene dado por las distintas historias que van a aparecer en el libro. Por regla general, la trama principal siempre irá rodeada de otras historias paralelas que, dentro de un mismo contexto, harán más creíble el argumento, proporcionándole además una serie de matices difíciles de conseguir si no aparecen reflejados. Para cada una de esas historias paralelas también creo los guiones necesarios.
Una vez tengo listos estos guiones paralelos, preparo una buena cafetera y me siento a mi mesa de trabajo, armado de tiempo y, sobre todo, mucha paciencia. Ha llegado la hora de ensamblar dichos guiones al principal. Es en esta fase de mi trabajo en la que debo prestar suma atención si no quiero incurrir en errores, y sobre todo en anacronismos. Para ello, trazo sobre un folio una línea vertical que lo atraviesa por completo, de arriba abajo, por su parte central. Es lo que yo llamo mi línea de tiempo. En ella establezco en primer lugar –y con fechas- los eventos que se dan en el principal de mis guiones, mediante breves y concisas anotaciones a ambos márgenes de la línea. Más tarde, voy ensamblando uno a uno, en esa misma línea, los eventos y acciones del primero de los guiones secundarios… y así sucesivamente con el resto. Una vez finalizada esta entretenida tarea tenemos, por fin, el hilo conductor que seguiré cuando me ponga a escribir. Éste es mi particular Hilo de Ariadna. No será definitivo, como creo que ya he apuntado, pues sobre la marcha estará sujeto a pequeños cambios y posibles variaciones pero, en definitiva, constituirá el corazón, el alma, el elemento central del que partirá la confección de la novela.
En la próxima entrada os hablaré de otra etapa interesantísima –para mí constituye una de las más atractivas en mi trabajo-; la fase de documentación e investigación.
Entretanto, os deseo a todos lo mejor que, en estos días de agosto, probablemente venga representado por muchas salidas a la playa, al campo o a otros lugares más o menos exóticos que logren aderezar un poco las insufribles jornadas de intenso calor que estamos padeciendo. Estéis donde estéis, hagáis lo que hagáis, recordad que hay un nexo inquebrantable que nos une y nos hace compartir nuestras respectivas vivencias: los libros.
Un abrazo.

martes, 7 de agosto de 2012

Cómo nacen mis libros

Muy a menudo me preguntan sobre mi forma de escribir. ¿Cómo logras montarte tal o cual entramado? ¿Te acuerdas de todo? ¿Cómo haces para no olvidar detalles o flecos sueltos en tus historias? ¿Utilizas el ordenador o escribes a mano? ¿Cómo se te ocurren los argumentos? ¿Y los personajes? ¿Tarda mucho en llegarte la inspiración? ¿Cómo sabes que tu obra gustará? ¿Para qué clase de lector escribes?...
Frases como éstas le recuerdan a uno que, cuando se sienta ante el ordenador dispuesto a trabajar, se está enfrentando en realidad a un montón de dificultades que, sin un orden, desembocarían irremisiblemente en un caos apocalíptico. Pero vayamos por partes; dado lo extenso del tema, y con la sana intención de responder a esas y muchas otras preguntas, iré desgranando en varias entradas –al menos lo intentaré- cuáles son las fases por las que transito cada vez que me dispongo a escribir. Y hoy empezaré por la elección del tema.
Aunque me he aventurado con otro tipo de literatura –sirva como ejemplo Las Crónicas de Elan Croser-, en realidad lo que me atrae y verdaderamente me llena es el trhiller. Supongo que cada escritor tiene una franja literaria que le apasiona o en la que se siente cómodo; el terreno por el que yo me muevo con más soltura es ése. Imagino que, como dice el refrán, cada maestrillo tiene su librillo, y cada cual se dedicará a lo que sienta hacer en ese momento; no obstante, soy de la opinión de que un autor debería intentar trabajar siempre guiado por ese precepto. Esto ni muchísimo menos significa que haya que ponerle puertas al campo; simplemente trato de transmitir la idea de que –al menos a mí me sucede- los resultados de tu trabajo no serán los mismos si escribes ciencia-ficción, romántica, novela histórica o, por poner un ejemplo totalmente distinto, poesía; la idea es que siempre destacarás más en alguno de esos campos que en el resto. He querido hacer esta puntualización porque me parece importante. Siempre intento seguir la filosofía que me dicta que debo trabajar realmente en lo que me gusta.

La elección del tema, en mi caso, no suele venir por simple “inspiración”, sino más bien por laboriosa "información". No digo que la primera sea un invento que se ha sacado alguien de la manga; a lo mejor a otros les funciona. A mí no.

Dentro de mis posibilidades intento estar al día sobre los temas que me agradan. Guardo recortes de prensa, de revistas especializadas, almaceno información en las tripas de mi sufrido ordenador y trato todos estos datos como una auténtica “inversión”, una especie de capital informativo que más tarde rendirá su beneficio. Obviamente, todo esto también lleva su tiempo, y lo considero como una parte más de mi trabajo.

Por regla general la lectura de todas estas noticias, diarios, revistas y documentales me sugieren ideas que, tirando de paciencia, anoto en un cuaderno. No todas son buenas, pero las apunto igualmente y ahí quedan, hasta el momento de la criba. ¿Y cuándo llega ese momento? He aquí una de las cuestiones para la que no tengo una respuesta satisfactoria: puede tardar unos días o, como en el caso de La Morada de los Ángeles, varias semanas.

Pero ése no es más que el principio; lentamente voy perfilando en mi mente –y en mi cuaderno- la historia argumental. Una de ellas, pues paralelamente a la trama principal surgirán otras historias paralelas que serán las encargadas de proporcionar volumen o dimensión a mi historia. Aún recuerdo con mucho cariño los consejos de una de mis profesoras en la Universidad –Montserrat Quesada- cuando leyó el borrador de mi primera novela, La Hora Nona o el drama de Sant Jordi que, por cierto, quizá vuelva a reescribir en alguna ocasión. “Le falta conflicto”, me dijo entre otras cosas. Por supuesto, he tomado buena nota de ello, y esa inapreciable reflexión me acompañará mientras siga escribiendo. Quizá a los más veteranos en esto de escribir pueda resultarles obvio, pero por aquel entonces a este aprendiz de escritor –aún continúo siéndolo- aquella valiosísima apreciación le supuso un auténtico tesoro.

Retomando el tema, y para ir finalizando esta primera entrada sobre mi método de trabajo, es a base de tiempo y mucho darle vueltas en la cabeza a todas las ideas que voy recogiendo como logro hacerme una composición muy elemental de lo que será la futura obra, y trato de plasmar entonces sobre el papel el primer boceto de lo que será mi “guión”, del que hablaré en el próximo post.

Hasta entonces, y abrumado por este intenso calor, os deseo a todos lo mejor y, por supuesto… ¡buenos libros!

miércoles, 1 de agosto de 2012

Entramos en agosto y a uno no lo abandona la impresión de que, a pesar del calor, continúan sucediéndose cambios en el panorama literario casi a marchas forzadas. Parece como si las altas temperaturas, en vez de apocarnos, estuviesen sirviendo de incentivo para intentar triplicar esfuerzos; y no es broma. Es tal el volumen de correo que recibo a diario que empiezo a verme literalmente colapsado. Intentaré contestar uno a uno a todos los que me escribís.
Dicho esto -si no lo hacía me enveneno- paso a tema: acaba de ser abierta en facebook una página que, supongo, nos puede resultar interesante a todos. Aquí os dejo el enlace:


No es una idea nueva, puesto que ya hay otras iniciativas similares en la red, pero ese hecho no le resta el mérito de que puede llegar a ser, con el tiempo, una herramienta útil.

¿Cuál es la idea? Pues se trata de crear un punto de encuentro en el que confluyan tanto lectores como escritores, con la particularidad de que tanto unos como otros utilizan el sistema KDP (Kindle Direct Publishing) en lengua española. Comentarios, promociones, artículos o, simplemente, toma de contacto entre lectores y autores de habla hispana. Entre los escritores: adoptar, sugerir, proponer, impulsar... ¿qué?... ideas conjuntas de promoción de libros digitales o, en definitiva, cualquier cosa que se os ocurra. Todo tiene cabida.

Entre los lectores: creo que puede ser un buen lugar en el que sentirse más cercano a los autores en lengua española que más nos gustan, entre otras muchas cosas.

Os animo a todos a que, cuando menos, contempléis esta nueva iniciativa en la que, de boca de Carlos Molina, estáis todos invitados a participar. ¡Yo ya lo he hecho!

Un abrazo.

sábado, 28 de julio de 2012

Siguiendo con el tema, hoy quiero presentaros a otra compañera que ayer me dejó sin palabras -¡y esto es lo peor que le puede pasar a un escritor!-. Se llama Cristina Caviedes, es escritora y también tuvo el detallazo de mencionarme en su blog, por el tema de la promoción.

Mencionar, lo que es mencionar, creo que se queda muy corto... y si no, echad un vistazo aquí.

Lamentablemente (mea culpa) ayer me encontraba trabajando en la biblioteca municipal y tuve que marcharme a la hora del cierre, por lo que no tuve tiempo material de hacer esta entrada; además, me vi literalmente invadido de súbito por decenas de correos provenientes de todas partes. Pero no puedo dejar de hacer patente que, estoy seguro, acaba de nacer una buena amistad.

¡Saludos a todos y un fuerte abrazo! Prometo hacer una entrada algo más extensa y pausada en cuanto acabe con esta fase de la promoción del libro. Os mantendré informados.

viernes, 27 de julio de 2012

¡Ahí va!

Hoy no tengo motivos para estar triste; si habéis leido las entradas anteriores, veréis que lo que comentaba acerca del compañerismo entre escritores es cierto. Y no es una afirmación gratuíta.

Ayer mismo recibí el correo de una amiga y colega que me confirma aún más en esa creencia; y, por supuesto, deseo compartirlo con todos vosotros, así que... ¡ahí va!

Muchísimas gracias a Diana Ruiz Campillo, autora de Oscuro Laberinto. ¿Os gusta? ¡¡¡A mí me ha encantado!!!

jueves, 26 de julio de 2012

Promoción de La Morada de los ángeles

¡Hola amigos! Esta entrada es especial; y no va a ser larga. Es, simplemente, para comunicaros que mañana mi libro La Morada de los Ángeles se va a poder descargar de forma completamente GRATUITA desde Amazon. Así que, si quereis leerla... ¡aprovechad la ocasión!




Espero vuestras opiniones. ¡Hasta pronto!

viernes, 20 de julio de 2012

Pasión por Verne

Supongo que todos tenemos un autor o, al menos, una novela que leemos y releemos hasta la saciedad. En mi caso, esa tenencia me viene dada por Julio Verne al que ya, desde muy niño, empecé a leer con admiración. Primero en cómic -desde aquella entrañable colección que se llamaba Joyas Literarias-; después llegaron los libros y, con ellos, mi auténtica pasión por un autor que con justicia ha sido considerado como el padre de la Ciencia Ficción, amén de Herbert George Wells.
Pero, ¿qué hacía que sus obras, aun siendo quiméricas, tuviesen tanto éxito? En mi opinión, no me cabe duda: la documentación sobre la que basaba sus escritos. Y es que Verne era un amante incondicional de la Ciencia; completaba y combinaba magistralmente la historia argumental de sus escritos con cientos de datos reales extraídos directamente de sus archivos. En efecto, era aficionado a coleccionar cuantos datos e información cienífica y tecnológica de los últimos avances de la época caían en sus manos, almacenándolos cuidadosa y meticulosamente en fichas que, a continuación, archivaba. Gracias a aquella bendita costumbre, casi enfermiza, logró confeccionar más de 20.000 de aquellas fichas.

Hay quien opina que sus obras vienen envueltas en un misterioso halo premonitorio pues, argumentan, previó con muchos años de anticipación los viajes espaciales, la televisión o el submarino, entre muchas más cosas. Yo más bien creo que era poseedor de una increíble capacidad de anticipación lógica, en base a los últimos avances de la época que el escritor seguía con auténtica fruición de modo casi minimalista. Para gustos colores. Lo cierto es que, de alguna manera, supo ver las cosas mucho más allá de su contexto, como demuestra sobradamente en su obra París en el siglo XX, y que vio la luz por vez primera en el no demasiado lejano año 1994.

A lo que iba; como podéis imaginar una de mis obras preferidas es 20.000 leguas de viaje submariono; es prácticamente de las más conocidas del autor y posiblemente, también, una de las más llevadas al cine. Este verano la he vuelto a desempolvar, casi de forma espontánea, y me he sumergido en sus frías aguas -quizá por aquello de que este maldito calor veraniego invita a la imaginación a refrescarse-. La tengo aún muy recinte en la memoria. Pero debo admitir que este año me he sumergido en ella desde otro prisma, desde otra perspectiva, sin duda influenciado por la crisis y unos gobernantes que no acaban de convencer a nadie. Y a estas alturas me he dado cuenta de lo que a primera vista podría resultar obvio, pero yo jamás había contemplado con estos ojos que Dios me ha dado.
20.000 leguas de viaje submarino se dio a conocer, por vez primera, en el Magasin d'Éducation et de Récréation, de Pierre-Jules Hetzel, editor y también escritor francés gracias al cual Julio Verne publicó sus Viajes extraordinarios, de los cuales forma parte mi obra favorita. Pero Verne tuvo problemas con Hetzel que, en un principio, se negaba a publicar las aventuras y desventuras de Nemo y su tripulación a bordo del incombustible Nautilus. En efecto, el editor pensaba que el mundo, en su continuo e ininterrumpido devenir, evolucionaría gracias al progreso y la ética y, ante todo, sin violencia. Me permito recordar que desde entonces hemos sufrido los rigores de dos Guerras Mundiales, por mencionar tan sólo los conflictos más importantes.

Sí; Julio Verne se veía a sí mismo reflejado en su propio personaje. Por eso se negó a cambiar absolutamente nada del contenido del libro.

Y yo, cavilando tras la lectura y extrapolando a nuestros días el rollazo que os acabo de meter, me quedé extasiado mirando la cubierta y pensé:

¿Quién fue Nemo, sino un indignado más?

Ahí queda eso...

miércoles, 18 de julio de 2012

Oscuro Laberinto

Oscuro laberinto es el título de la novela de Diana Ruiz Campillo, una amiga más que me ha proporcionado hasta ahora el mararavillo mundo de la literatura. Aunque aún no he tenido la oportunidad de leerlo, la trama parece prometedora; he aquí la sinopsis:

"La vida de Luis Valle se ve envuelta en densas tinieblas al conocer a Juliana. Lo que comenzó como una repentina y apasionada historia de amor termina convirtiéndose en una carrera desenfrenada y angustiosa por un laberinto de intrigas, mentiras y terribles luchas contra el mundo de la oscuridad. ¿Podría acaso en medio de las sombras y la maldad del laberinto brillar una luz que mostrara el camino de salida? Una apasionante historia de misterio, intriga y amor donde las fuerzas ocultas del mal se muestran tal y como son. Un libro que atrapa y conmueve hasta las fibras más profundas del alma."


¿Qué os parece? Además, Diana ha preparado recientemente el book-trailer de su obra, que ya he visualizado en su blog y que, supongo, encierra muchas horas de trabajo. Como soy un auténtico desastre -todavía- con esto de la informática, os dejo un enlace con su blog para que echéis un vistazo al book-trailer. ¡No os decepcionará!

Hasta pronto y... ¡buenos libros!

viernes, 13 de julio de 2012

Competencia, competitividad... y buen rollo

Siempre me ha dado la impresión -muy particular, por supuesto- de que entre los escritores que han publicado sus obras en papel -el mercado tradicional del libro- no ha habido demasiada química, entendida ésta como aquel buen savoir faire en el que la norma no es la competencia sino la sana competitividad, el vive y deja vivir, el hakuna matata de los suajili o el don't worry be happy que cantaba tan alegremente Bob Marley durante aquel verano de no recuerdo hace cuántos años -sin duda muchos-, pero cuya versión original pertenece, por aquello del reconocimiento y los derechos, al compositor de jazz Bobby McFerrin.

Pero ahora estamos asistiendo a otro fenómeno que, bajo mi humilde opinión, abre una nueva etapa en el camino, quizá como una especie de contraposición a tal proceder. Y es un fenómeno que sólo han sido capaces de disparar las nuevas tecnologías que, estableciendo un puente directo entre el escritor y el lector (las dos figuras claves e imprescindibles necesarias para que se produzca el sublime acto de la lectura), han hecho posible la aparición de una nueva y extensísima hornada de autores que están demostrando -sobradamente- que aún queda por decir mucho en el mundo de las letras.

No hace falta mas que asomarse a Twitter; ahí se promocionan -nos promocionamos- y promocionan sus obras. Y se respira compañerismo y camaradería. Supongo que también habrá de todo, por supuesto; pero lo cierto es que ahora -y hablo de mi propia y corta experiencia en dicha red social- han cambiado algunos roles. Y es que los escritores independientes ya no se ven obligados a mendigar, como solía venir pasando hasta ahora. Creo que todos asumimos que hay lectores para todos, y nadie roba el pan de nadie; esa es, al menos, la filosofía que a mí me gusta.

¿Somos escritores noveles? No todos. Aunque pienso que sí a una muy buena parte nos ha rechazado en más de una ocasión una editorial o un agente literario; gajes del oficio. Pero no hay lugar para las disputas y la rivalidad mal entendidas.

Como dijo alguien, lo cortés no quita lo valiente.

martes, 10 de julio de 2012

¿Quién dijo que era fácil... ?

No me sorprendió demasiado leer, ayer, la petición de una escritora solicitando los servicios en línea de un agente literario. ¿Cómo podríamos llamarlo... un ciber-agente, o algo así? Hay quien los denomina community manager y, al parecer, ya eran conocidos en otros ámbitos dentro de la red. Tarde o temprano tenía que aparecer esta nueva figura que a partir de ahora, supongo, empezará a dar de qué hablar.

Sin embargo, y hablando de un medio en el que es posible despuntar sin intermedirarios, se me plantea una pregunta casi obligada: ¿no estaremos siendo testigos del nacimiento de una nueva era en la que, como de costumbre en el mundo de las letras, continuarán mandando los mismos? Es decir, y dicho de otro modo: ¿llegará el día en que, para poder comerse una rosca en Amazon, como en el mundo real, hará falta estar representado por un agente literario? Dios sabe que no tengo nada en contra de estos profesionales que, por otra parte, son necesarios en algunos casos -yo mismo continúo aún a la espera... -. Lo que ya no me parece tan atractivo es volver a pensar en la idea de montar otra especie de monopolio o círculo cerrado de la misma clase en internet, en el que el autor novel o poco conocido no tenga ninguna oportunidad.

Amigos, yo no me quejo de mi situación ni de mis decisiones. Hace un año y medio -mes arriba o mes abajo- decidí dedicarme profesionalmente a esto y, por lo tanto, estoy haciendo lo que en realidad quiero hacer. Ni más ni menos. Contra viento y marea. Pero eso significa, también, asumir las consecuencias fruto de mi propia decisión: celebrar mis éxitos, por pequeños e insignificantes que éstos puedan ser; intentar ser humilde; aprender cada día un poco más de este oficio y también, por supuesto... tragarme mis miserias en silencio cuando éstas sobrevienen.

En ese sentido, comparto por completo la opinión de Blanca Miosi: hay que trabajar mucho; hay que madrugar y acostarse más bien tarde. Hay que escribir... y hacerlo como los dioses, si quieres llegar a desprender un poco de luz en esa jungla llamada Amazon. Y, una vez hecho todo esto, no te vale aquello de irte a dormir. Tienes que continuar promocionando tus libros, ampliando amistades, trabajando en las redes sociales y, en definitiva, tienes que dejarte oir y dar que hablar si quieres que alguien repare en tu obra.

Eso es lo que elegí; eso es lo que tengo. Y creedme: no me arrepiento en absoluto.

Hace tiempo una buen amiga, que me conoce desde hace varios años, me comentó que parezco estar viviendo continuamente al filo del precipicio. Y, lo mejor de todo, es que se me ve cómodo haciéndolo.

Desde luego, debe ser una metáfora muy, pero que muy florida. Pero lo cierto es que, como decía, hace aproximadamente un año y medio desembarqué en la tierra de la literatura y decidí quemar mis naves. No había retorno, no había marcha atrás. Ni quería.

Ni quiero.

¿A dónde deseo ir a parar con esto? Pues a que estoy convencido de que puede hacerse, a pesar de las opiniones de los más escépticos... o los menos positivos. Pero, de todos modos...

¿Quién dijo que esto iba a ser fácil?